Un abrazo es la forma en que Dios nos envuelve con su amor y nos une a su propósito, que se manifiesta en amor, paz y consuelo, uniendo a las personas en el Espíritu Santo y dándoles refugio y esperanza. Sentir el abrazo del Señor libera del temor y de la condenación, trayendo una profunda paz que proviene de estar unido a Cristo.
Un abrazo de nuestro Señor Jesucristo es la experiencia espiritual de ser envuelto por ese amor, que nos une al corazón de Dios, transforma nuestras vidas y nos inspira a extender ese mismo amor y consuelo a otros.
Abrázate del Señor y vivirás una experiencia inolvidable. ¡Dios te Bendiga!